Historia no planificada, no esperada, historia producida entre miedos y llantos de la primera vez, historia que fue cambiada o quizá solo continúo el ritmo planeado por un ser Supremo que juntó dos vidas para dar una, una vida en especial, y que para mantenerla en su plan utilizó a otras vidas que la acompañaron hasta que esta tome conciencia y decida seguirlo por sí misma. Y aunque fácil no le fue, hoy está tras sus pasos, pretendiendo no salirse de aquellas huellas que su creador va dejando. Hay una razón para escribir esto y no pretendo obtener burlas o elogios, risas o compasión, sólo deseo escribir lo que mis pensamientos, mi corazón y mis dedos están queriendo expresar., a raíz de reconocer lo que ese ser Supremo hace en esta vida; no es una historia para llorar, tampoco que lamentar ni mucho menos menospreciar, es una historia que relata una parte de la vida de alguien que ya no puede vivir sin Él. Hoy razones para dormir no encuentra y los ojos humedos no permiten
Que grande amor de Dios, tan extremo y maravilloso, suficientemente fuerte para venir y pelear por mi, incluso morir y descender hasta lo mas bajo, para levantarme y poder verlo cara a cara. El amor universal de Dios que rompe barreras, no podemos entenderlo pero es real.