Historia no planificada, no esperada, historia producida entre miedos y llantos de la primera vez, historia que fue cambiada o quizá solo continúo el ritmo planeado por un ser Supremo que juntó dos vidas para dar una, una vida en especial, y que para mantenerla en su plan utilizó a otras vidas que la acompañaron hasta que esta tome conciencia y decida seguirlo por sí misma.
Y aunque fácil no le fue, hoy está tras sus pasos, pretendiendo no salirse de aquellas huellas que su creador va dejando.
Hay una razón para escribir esto y no pretendo obtener burlas o elogios, risas o compasión, sólo deseo escribir lo que mis pensamientos, mi corazón y mis dedos están queriendo expresar., a raíz de reconocer lo que ese ser Supremo hace en esta vida; no es una historia para llorar, tampoco que lamentar ni mucho menos menospreciar, es una historia que relata una parte de la vida de alguien que ya no puede vivir sin Él.
Hoy razones para dormir no encuentra y los ojos humedos no permiten ser cerrados, es inevitable dejar de recordar la historia de su nacimiento y lo agradecida que está porque se le permitió nacer, las lagrimas no son de dolor, las lagrimas son de alegría, y aunque afuera hay mucho porque entristecer, no se le permite estar triste, no hay tiempo para eso, hay tiempo suficiente para sí es posible estampar las rodillas en el piso. ¿Hay algo más eficaz que pueda hacer sin antes arrodillarme? Sencillamente creo que no.
Aún no se por qué estás haciendo esto, aún no tengo claras las cosas y ni siquiera sé cómo decir una palabra, lo único que sé es que así como estuviste presente desde aquella tarde de un jueves de abril, o desde aquel domingo de escuela dominical, cuando aquella dama de cabellos ensortijados, con palabras suaves nos hablaba del perdón, o tal vez de aquel mayo que dejó muchos sinsabores, se que estarás tambien hoy porque en el libro que inspiraste y que resulta ser propias palabras tuyas, lo revelas y yo te creo, por eso aunque hoy me permitas vivir razones que ameritan llorar, experimento tu paz en mi interior y eso solo lo puedes hacer tu; entonces lo que dices en Isaias 50:4-5 se hará real en mi.
Tú que desde mi nacimiento y a pesar de que muchas veces te hice a un lado, jamás te alejaste de mí, aun me sorprende el amor que tienes y no solo para mí, esto me lleva a recordar cómo te imaginaba de niña… “una persona como cualquier otra, pero con un enorme corazón para que tu amor alcance a todos los hombres, con muchos músculos porque eres fuerte y con muchos ojos porque puedes ver a todos, muy intelectual porque sabes todo”; eres mucho más que eso, algo inimaginable.
Dios, hoy solo te doy las gracias por mis padres objetos de tu plan para mi nacimiento, gracias por mí querida mamita (abuelita, que hoy goza de tu presencia) a quien utilizaste para mi formación y quien iniciara mi camino hacia ti, gracias por mis tíos quienes asumieron funciones que no les correspondían para darme lo necesario para mi alimentación, estudios, etc. Gracias por poner en mi camino a personas que me ayudan a desarrollar mis talentos y dones.
En pocas palabras.. Te digo Señor gracias por crearme y aceptarme como tu hija.
Te amo.
Daniela Sampayo
19/04/2011
Comentarios
Publicar un comentario